martes, 1 de mayo de 2007

Cómo Divertirse Sin Hacer Carreras Con El Guitarrista

Cómo Divertirse Sin Hacer Carreras Con El Guitarrista
Vienen a mi cabeza dos frases dichas por dos personas diferentes. La primera, a cargo de un contrabajista americano, dice algo así: "el hecho de que la mayoría de bajistas eléctricos toquen más notas que los contrabajistas es porque un Bajo eléctrico es mucho más fácil de tocar que un contrabajo"; la segunda, a cargo de un guitarrista rítmico amigo mío: "con la mano derecha se nace, y la izquierda se hace. ¿Para qué quieres aprender una (la izquierda) si la otra no te funciona?".ahí queda eso. ¿A que dan qué pensar? Vamos con la primera.Tiene toda la razón. No se si agarraste un contrabajo alguna vez, pero te aseguro que las distancias son cosa seria... por no hablar de que no hay marca ni referencia alguna que te permita saber que efectivamente eso es un C y no "casi" un C. La altura de las cuerdas (ya se sabe, cuanto más despegadas del mástil, más sonoridad, cosa que el contrabajo necesita) también es algo que impresiona y si no pregúntale a tus músculos del antebrazo izquierdo. De todas formas, si has escuchado alguna vez a Scott La Faro pensarás que soy un completo mentiroso dada la maña que se daba el amigo en pasearse a voluntad por el diapasón. La Faro aparte, las dimensiones del contrabajo marcan una diferencia notable a la hora de elegir notas.
Un contrabajista siempre se quedará con unas pocas, ya que para hacer un adorno al final de frase hay que pensárselo, así que hay que elegir. Naturalmente, las primeras que caen en el saco son las fundamentales: tónica por supuesto, tercera y quinta. Incluso séptima si el tempo lo permite y estamos haciendo arpegios. Pero aquí es donde llega el típico bajista impaciente y, viendo que puede colar más notas, pues va y siente la necesidad compulsiva de meter TODAS aquellas notas que él sabe que puede meter.
Error. ¿Ah, sí? Sí. ¿Es grave, doctor?
Mmmmmmmm, bastante. Y... ¿qué puedo hacer? Segui leyendo.
Vamos con la segunda frase. Ah, pero ¿y mi solución? Espera pibe, cómo se nota que sos un bajista compulsivo y un impaciente...Mi amigo guitarrista se refiere, claramente, a que el sentido del ritmo y la precisión (mano derecha), en mayor o menor medida se llevan (aunque se pueden desarrollar notablemente), y lo que es escalas y elección de notas se aprende. Desde luego, no tiene sentido saber escalas super-exóticas y raras si las metes de cualquier manera. Y ya que estamos con frases célebres, se me acaba de ocurrir una de Chuck Rainey (bajista sesionista de lujo(nota: toco en el disco de calamaro alta suciedad y en casi todos los discos de los ´60s de la motown)), en la que, definiéndose a sí mismo, dice que se considera un bajista "ocupado" cuando toca... aunque es bien cierto que no toca excesivas notas. ¿Te estas durmiendo? despertate, que viene la solución del enigma.En definitiva nada que no se sepa ya: que hay muchas, pero MUCHAS cosas que hacer con pocas notas. Y me estoy refiriendo a matices de mano derecha, desde apagar la cuerda con la palma , introducir notas fantasma (ver muted notes), etc. Puede que suene excesivamente profesional lo que voy a decir, y aunque no lo parezca no veo el día en que dejaré de experimentar y probar cosas, incluso esas que en todos los manuales dice que no son correctas (¡sobre todo esas!), pero diseña una buena línea de Bajo y fíjala; y desde ese día dedícate a disfrutar del directo. Si la tocas cada vez de una forma, eso no es una línea, es improvisar sobre una progresión de acordes.No olvidemos que no basta con "decir las notas", tocar es también interpretar, así que hay que darle a cada línea el carácter que tiene dentro del estilo en el que estamos tocando. Y aprovecho para decir que a estas alturas me parece sin fundamento pensar que un estilo de música es "más" que otro. Entendámonos: no necesariamente te conviertes en Gran Bajista por dedicarte al jazz ni en Sub-Bajista por dedicarte al punk. De hecho, recuerdo a una profesora de piano del Conservatorio que, tratando de consolar a Fulanito, un alumno que (según ella) no iba a llegar nunca al estatus de pianista de concierto, le dijo nada menos: "no te preocupes, podes ser un gran pianista de jazz". Naturalmente, Fulanito lloró todavía más e al escuchar la palabra "jazz". En fin...El mejor bajista no es el más glamoroso ni el más rápido, sino aquel que es capaz de ser útil como soporte armónico y rítmico en un grupo tocando con el feeling que ese grupo requiere. Así que, la próxima vez que te sientas con ganas de hacer un duelo con el guitarrista de tu grupo acordate que aún tenes mucho en qué ocuparte. Está bien, si te estás ocupando como corresponde podes jugarle una carrerita. ¡Pero sólo una! ¡Y hasta la esquina nada más!

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